La situación en Boyacá es grave para los campesinos productores de leche. Según los datos de Federación Ganadera de Boyacá, en los últimos 6 meses en el departamento se han presentado el robo de más de 400 reses de ganado, algunas bajo el sistema de carneo, en el cual los delincuentes llegan y sacrifican las vacas en el potrero y se llevan la carne. Los campesinos de las provincias de Sugamuxi, Tundama y Centro han denunciado estos robos a Caracol Radio y han pedido a las autoridades que actúen con rapidez para poner a los ladrones tras las rejas.
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Luis Arturo Tamayo, presidente de junta de acción comunal de la vereda El Carmen en Duitama, declaró: «Estamos viviendo una situación supremamente grave nosotros los campesinos productores de leche. Los ladrones mínimo están sacrificando 10 reses por finca». Tamayo ha conocido de 5 casos de hurto de reses en las veredas de El Carmen, La Quinta, por el sector de Pantano de Vargas, y agregó que los municipios aledaños como Santa Rosa, Sogamoso, Tibasosa, Nobsa, Aquitania y otros, también han sido víctimas de este delito.
La alcaldesa de Tibasosa, Gloria Palacios, afirmó que, en días pasados, un grupo de delincuentes en la vereda Esterillal robaron semovientes a una familia campesina del sector, «les sacrificaron 5 y se llevaron la carne», señaló. Palacios ha pedido a la policía que actúe con rapidez en el caso y ha prometido generar una red de apoyo y procedimientos para mitigar este tipo de acciones delincuenciales.
¿Qué acciones se tomarán para cerrarle el paso al robo de ganado en Boyacá?
El secretario de Gobierno de Boyacá, Anderson Mendivelso, también ha tomado nota de estas denuncias y ha pedido a la coronel María Margarita Mantilla, comandante de la Policía de Boyacá, que a través de las autoridades locales de cada municipio se empiece a realizar una estrategia que permita garantizar la seguridad y evitar que estas situaciones se sigan presentando.
En resumen, el robo de ganado en Boyacá se ha convertido en una crisis para los campesinos productores de leche. A pesar de las denuncias y las promesas de las autoridades, el problema persiste y las familias campesinas se ven afectadas económica y emocionalmente. Es necesario tomar medidas urgentes para poner fin a esta situación y proteger a los campesinos de Boyacá.
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